Me apetecía hacerle algo especial, y como sé que tiene un niño le hice unas marionetas de dedo de fieltro, con su paisaje e historia... Y para acompañar una mariquita imán que sé que le gustan mucho, unos caramelitos, gomas y pinzita, me alegro porque sé que le gustó :0)
Os pongo la historia, por si os apetece leerla...
El pulpo Rodolfo que no sabía nadar
Había una vez un pulpo que no sabía nadar. Pasaba las horas en las profundidades marinas y por más que lo intentaba, nunca conseguía subir más allá de una pequeña roca.
Lo intentaba de todas las maneras, subiendo las patas para arriba, saltando, tomando carrerilla, etc. pero nunca se levantaba más de un palmo…
El pobre Rodolfo estaba triste porque miraba hacia arriba y veía como los peces nadaban y cómo se veía la luz del sol.
Donde él estaba siempre era de noche, así que el pobre pulpito vivía triste y solo en las profundidades del mar…
Un día en la superficie del mar, donde brillaba el sol, un pez llamado Pepe iba con prisa, llegaba tarde a trabajar, así que iba corriendo y tropezó. Por unos momentos quedó inconsciente y cuando despertó se dio cuenta que estaba en lo más profundo del mar. Nunca había estado allí, así que no sabía como salir. Se puso nervioso, empezó a dar vueltas, a gritar, pero nadie aparecía… y estaba demasiado oscuro para ver a alguien más allí abajo.
El pececito vio un agujero, se asomó y vio al pulpo envuelto entre sus patas, inmóvil… se acercó y le dijo:
Por favor señor pulpo, me podría ayudar a salir de aquí, esto es demasiado oscuro y triste- dijo Pepe
Rodolfo lo miró y le dijo: “pues imagina, yo nunca he salido de aquí, así es mi vida”
Pero yo te puedo ayudar a salir de aquí – exclamó Pepe
Imposible, llevo toda la vida aquí, soy un pulpo que no sé nadar, y se puso a llorar.
Yo te enseñaré, es mi profesión, yo enseño a nadar a los peces, a los pulpos, a todo tipo de animal acuático
Si tu me enseñas a nadar, yo te llevaré a la superficie-dijo Rodolfo
Y así fue como Rodolfo y Pepe empezaron a practicar. Al principio Rodolfo se ponía muy nervioso, tanto que no conseguía nadar, así que enseguida Pepe se dio cuenta en que fallaba, se ponía demasiado nervioso, por eso no conseguía nadar…
Pepe, a través de sus palabras de ánimo, consiguió que Rodolfo se relajara, y le enseñó de qué modo tenía que mover todas los tentáculos, uno detrás de otro. No es tarea fácil nadar con ocho piernas. Y poco a poco Rodolfo se fue dando cuenta que estaba subiendo a la superficie; se dio cuenta que estaba empezando a nadar…
Así que Rodolfo se puso muy feliz, y juntos se fueron a la superficie donde brillaba el sol!
Al llegar, Pepe vio a su familia y se alegró mucho, pero vio como Rodolfo se quedaba solo. Así que le invitó a vivir con ellos hasta que consiguiera un trabajo y pudiera vivir por él mismo.
Y así fue como pez y pulpo se hicieron amigos inseparables.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Y a continuación algo que me dejó sin palabras... le dijé que me gustaba Kitty, pero es que lo que me envió me dejó totalmente parada, no solo porque es una artista, sinó por el mimo con lo que hace las cosas...
Me envío un cojín personalizado, precioso, me encantan los colores, una toalla bordada de Kitty con un dibujo preciosísimo, hizo un monederito tetera y puso té dentro, y por si fuera poco acompañó el regalo con una funda de móvil, unas bolitas, unas pinzas y una preciosa postal con lindas palabras, que más puedo pedir??
Así que en próximos post os enseñaré la segunda parte de su regalo, porque vamos, después de esto ya tengo ganas de hacerle algo más y cumplimentar su maravilloso regalo, Anna vales mucho!
Espero que tuviérais un buen fin de semana!